No sé por qué extraño motivo hay un movimiento conservador y tradicionalista que ha pretendido asegurar que las investigaciones genéticas, así como la reproducción asistida, van contra natura y, por ende, los ecologistas y naturalistas deberían estar en contra de ellas. El problema es que algunos han aceptado esta afirmación como una verdad absoluta llegando a afirmar que la donación de óvulos es prácticamente una aberración, lo que a mí me hace pensar que hay quien no ha evolucionado y se ha quedado estancado en pleno siglo XVI, cuando la Inquisición Española estaba en pleno apogeo.
Seguir Leyendo