La elaboración artesanal gana compradores

Ya era hora de que la elaboración artesana de los productos del sector alimentario se valorase tan y como se merece. Si bien es verdad que muchos productos artesanales, sobre todo en el sector de la decoración y de los utensilios de hogar, se valoraban lo suficiente como para que el fabricante obtuviera un beneficio acorde al trabajo realizado, cuando se trataba de productos del sector alimentario la cosa cambiaba muchísimo.

Solo algunos privilegiados que elaboraban ciertos vinos o aceites en algunas zonas turísticas de España tenían la suerte de vender lo suficiente como para que su trabajo se viera recompensado. Sin embargo, el resto solía tener muchos más problemas pues sus productos, tras pasar por distribuidores y llegar al pequeño o gran comercio, adquirían un precio muy elevado en comparación a la ganancia que ellos obtenían.

Hoy en día, y con la tendencia al alza del “real food”, un movimiento que aboga por comer solo productos no procesados, la sociedad está empezando a darle a estos productos el valor que merecen y, por lo tanto, tanto el agricultor como el artesano que luego elabora el producto con las materias primas obtenidas directamente del campo, están empezando a ver algo de luz al final del túnel.

Aceite

Se trata del oro líquido español, un bien muy preciado que miles de turistas adquieren cada año buscando obtener sus beneficios y sabor. Puede que nosotros no lo valoremos tanto como ellos por el mero hecho de tenerlo al alcance de la mano pero la realidad es que si no tuviéramos acceso a él, lo echaríamos en falta.

También es interesante destacar que hay muchos tipos de aceite de oliva, provenientes de muchos tipos de aceitunas diferentes que dan un sabor único a cada botella, pero dejando a un lado estos matices que muchos aprecian y otros no, lo importante es fijarnos bien en la etiqueta para saber exactamente qué es lo que estamos comprando.

Para empezar, no es lo mismo comprar aceite de oliva que aceite de oliva virgen y aceite de oliva virgen extra.

El aceite de oliva es una mezcla de aceite de oliva refinado y aceite de oliva virgen. En otras palabras, son los restos que quedan tras elaborar, por procedimientos mecánicos, el aceite de oliva virgen. Podemos darle mil vueltas, pero esa es la realidad. ¿Es malo este aceite? No, para nada, pero no tiene todas las propiedades que sí posee el aceite de oliva virgen extra.

El aceite de oliva virgen es zumo de aceituna sin aditivos ni conservantes, pero suele presentar algún mínimo defecto sensorial. Nada con demasiada importancia, pero a tener en cuenta.

Y el aceite de oliva virgen extra conserva intactas sus características sensoriales y propiedades para la salud. Sin aditivos ni conservantes y elaborado mediante procesos físicos a una temperatura menos o igual a 35º. Este es el verdadero oro líquido español.

El verdadero artesano no necesita grandes fábricas, aunque el hecho de que sea una gran fábrica con producción alta no significa que deje de ser artesano, todo depende de los medios de elaboración. Lo que sí necesitará, como mínimo, es una almazara, es decir, este tipo de molino de aceite moderno que viene a hacer el mismo trabajo que aquellos molinos de aceite de hace siglos pero más rápido y eficiente.

Vino

Para elaborar un buen vino hace falta más maquinaria que para elaborar aceite de oliva virgen extra. Necesitaremos un depósito con agitador como el que se ve en la imagen del enlace, despalilladoras, prensas, barricas, etc. Sin embargo, si quieres hacer vino para tu uso personal, puedes seguir 4 sencillos pasos y obtendrás vino en su forma más básica.

  1. Recoge una gran cantidad de uvas maduras de las vides. También podrías usar este procedimiento para fermentar cualquier tipo de fruta, como frambuesas o cualquier otra, pero ten en cuenta que el vino se elabora con uvas.
  2. Coloca las uvas en un recipiente limpio y que no pierda (estanco).
  3. Machaca las uvas de alguna forma para liberar su zumo. Antiguamente se solía hacer con los pies.

Lógicamente esto es para hacer vino en casa, no a nivel comercial porque ni nos saldría con la suficiente calidad como para venderlo ni nos valdrá la pena esa venta pues, para obtener beneficios de cada botella tendríamos que venderla a un precio tal elevado que sería imposible.

No obstante, el vino artesanal, igual que el aceite, cada vez gana más popularidad. Pero, ¿qué es exactamente el vino artesanal? Pues una forma de elaborar el vino que protege tanto a las variedades autóctonas de uva como a la tierra y la vida al tiempo que busca una fabricación lo más ecológica y natural posible.

Otros productos del sector alimentario artesanales que están ganando adeptos: cerveza, miel, pan, etc.

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