Hace un par de semanas llegó hasta el alcalde del pueblo una petición muy peculiar, una compañía quería rodar un anuncio sobre sus productos ecológicos en un entorno rural y nuestro pequeño pueblo había sido elegido por la empresa de localizaciones Discovery para rodar dicho Spot. Siempre y cuando estuviéramos de acuerdo claro está.
En nuestro pueblo las decisiones jamás se toman unilateralmente. Somos pocos pero bien avenidos y siempre que algún acontecimiento pueda cambiar un poco el estilo de vida de los habitantes, el alcalde convoca un pleno público para votar sobre dicho acto.
A todos nos hizo mucha ilusión pensar que nuestro pueblo pudiera salir por televisión pero teníamos muy claro que no queríamos que estropearan el ambiente que tenemos, es decir, que si iban a montar decorados necesitamos que no fueran permanentes y si había algo que fuera a quedarse en el pueblo después de la grabación debería respetar nuestra filosofía medioambiental y, por supuesto, ser aprobado por todos.
El alcalde dio a la compañía interesada nuestras condiciones y aceptaron gustosos haciéndonos saber antes que la fachada lateral de la casa de doña Herminia tenía intención de pintarla, con el consentimiento de la dueña, con un mural precioso diseño de un artista local, ya que iban a grabar allí un par de secuencias. Doña Herminia aprobó el diseño, era precioso, pero nosotros pusimos como requisito indispensable que las pinturas no dañaran el ecosistema así que les pedimos que se pusieran en contacto con Pinturas Insa, unos profesionales a los que siempre llamamos cuando hay que pintar o rehabilitar alguna fachada exterior y, la verdad, es que no tenemos quejas: cumplieron todas nuestras peticiones, fueron amables, educados y dejaron bastante dinero al pueblo porque durante una semana llenaron el hostal, alquilaron tres casas rurales y los dos restaurantes siempre estaban llenos, eso por no hablar del alquiler que nos pagaron por rodar en nuestras calles.
El resultado fue mejor de lo esperado
Cuando vimos el anuncio en televisión comprobamos que no mentían. Se trataba de una empresa de productos de limpieza que había creado una línea ecológica de jabones, tanto para la ropa como para la limpieza de hogar, fabricados con productos naturales, sin químicos corrosivos que dañen el medioambiente, y la fachada de la casa de doña Herminia quedaba de lujo. Incluso cogieron a los hijos de Carmen para que aparecieran al fondo de la imagen jugando el fútbol con un balón que luego les regalaron, así que hasta podemos decir que nuestros niños salieron en televisión. Fue una bonita experiencia.
Ahora, más de la mitad del pueblo se ha empeñado en comprar los productos de limpieza de esa marca y la pobre Fina, del ultramarino, ha movido cielo y tierra para traerlos hasta aquí, pero lo ha conseguido. La verdad es que yo he sido la primera que he querido probarlos pero reconozco que hemos sido con esto bastante caprichosos y la hemos vuelto un poco loca preguntándole todos los días que cuándo traía los jabones ecológicos.
Al final podríamos decir que nosotros hemos hecho negocio con ellos pero esa compañía también ha hecho negocio con nosotros.