¿Has pensado alguna vez en tener una casa con placas solares? Pues la verdad es que te lo recomiendo con todas mis ganas. Primero porque lo vas a notar en tu cuenta corriente, y segundo porque así vas a hacerle un favor muy grande al medio ambiente. Os voy a contar cómo fue mi encuentro con el mundo de las energías renovables y cómo llegué a tener una casa con energía de placas solares.
Yo siempre había estado metido en cosas de ecología, pero está claro que mi mentalidad no pasaba del simple reciclaje de alimentos y envases en casa. Por cierto, ¿ya sabes cómo van los famosos contenedores de colores? Pues bien, un día en el centro cívico al que acudo a la biblioteca vi un papel en el que anunciaban una charla sobre las placas solares. Me resultó muy curioso y le dije a mi chica que me apetecía ir, porque estábamos a punto de comprarnos una casa en el pueblo y quizás fuera una buena idea.
La charla estuvo muy interesante y la verdad es que si me convencieron de las cosas que me dijeron. Pero claro, de la teoría a la práctica hay mucho techo, así que decidí a acudir a una empresa del sector. En Eficiencia-V me informaron de todo, y la verdad es que salí aún más convencido de esta energía renovable. Así que decidí que lo instalaran en mi casa del pueblo. Todo la gente me pregunta lo mismo: ¿Es finalmente rentable instalar energía solar fotovoltaica en casa? ¿Ahorras algo?
Así que les tengo que poner mi ejemplo. En mi caso, un kit básico para el autoconsumo, compuesto por un panel solar de 250W, un inversor y una estructura para montar en el techo me costó unos 600 euros. Su producción orientativa es de 350kWh al año, que es la cantidad de energía eléctrica que dejaríamos de pagar en la factura. Así que si nos ponemos a hacer un cálculo rápido, con el precio de la electricidad, aunque cada día sube más, en torno a 0,16 euros/kWh (hay que sumarle impuestos), me ahorro más de 80 euros al año, así que en 10 años habré amortizado la instalación, y los paneles tienen una vida útil estimada de 25 años.
Instalar los justos
Ahora bien, hay que tener en cuenta que, a medida que instalamos más paneles, estos serán menos rentables, ya que sus horas de producción no coinciden con los de mayor consumo y, por tanto, estaremos desperdiciando parte de la energía. Por eso, antes de ponerse a hacer una instalación de este tipo hay que asesorarse, como hice yo.
De momento, tal y como están los precios de las instalaciones y de la electricidad, lo más aconsejable es instalar uno o dos paneles en el tejado, que nos ayudarán a reducir nuestra factura y son una inversión rentable a medio plazo. Yo la verdad es que ya lo estoy notando en mi factura. Por eso, para casas de pueblos o cosas así, es muy recomendable.
Ahora bien, no solo hay que pensar en el bolsillo, también hay que hacerlo en lo importante que es para el medio ambiente. Porque estamos aquí de paso, y hay que dejar un planeta vivo a nuestros hijos, nietos, etc.