El cuidado del entorno, imprescindible para la producción de buen vino

Muchas cosas destacan a España como uno de los mejores países del mundo… y la gastronomía es una de ellas. Solo hay que recordar que son típicos de nuestra tierra el jamón, el queso, el vino, la paella, el pulpo, las migas… Estamos hablando de manjares absolutos de nuestra gastronomía y no cabe la menor duda que todo eso conforma una de las señas de identidad de nuestra tierra y uno de los motivos por los cuales nos visita tanta gente procedente de otros países a lo largo del año. Sin duda, la gastronomía es uno de los puntos fuertes de nuestro país y hay que saber aprovecharlo.

Los párrafos siguientes van a tener a un protagonista como el vino, que es uno de los culpables de esa buena imagen gastronómica de la que dispone nuestro país. Hablamos de un producto que es uno de los más codiciados del mundo. No en vano, se trata de una bebida consumida en prácticamente todos los países del mundo y que es la preferida por parte de personas de diferentes edades y culturas. Desde luego, está claro que eso le viene bien a un país como el nuestro, que tiene una enorme superficie de viñedos y que exporta una buena parte de lo que se produce.

En una información publicada en la página web de El Periódico, se explica por qué España es el país con más superficie de viñedos de todo el mundo. La explicación que se ofrece es el hecho de que, aquí, apostamos por el espaciamiento entre las vides, algo que se considera necesario para garantizar una mayor ventilación entre dichas vides y producir, de ese modo, una uva de mayor calidad. Ese es uno de los secretos que esconde la producción de vino en España, una producción que, desde luego, nos genera una imagen impoluta más allá de nuestras fronteras.

Además, no es que solo se produzca vino de calidad, sino que además lo hacemos en una cantidad espectacular. Según el portal web Statista, España es el tercer país del mundo en materia de producción de vino en todo el mundo. Solo Francia e Italia superan los 35 millones de hectolitros de producción que tenemos en el interior de nuestras fronteras y que suponen, como decimos, uno de los mayores logros de los que podemos presumir en los momentos en los que nos encontramos.

Para la producción de vino es de enorme importancia que tengamos en cuenta el cuidado de nuestro entorno. No vamos a producir el mejor vino del mundo en un lugar en el que no exista aire limpio, en el que existan grandes dosis de contaminación o en el que el cuidado del espacio natural brille por su ausencia, eso ya os lo podemos asegurar. Los profesionales de Bodegas Federico nos han hecho saber que la protección del entorno natural en el que se encuentran los viñedos es uno de los secretos para generar un vino de calidad y que esa es ya una prioridad para los productores españoles, lo cual explica la buena imagen del vino español en el mundo.

Mantenerse en lo más alto no es fácil 

Está claro que una cosa es convertirse en una de las máximas potencias del mundo en cualquier aspecto y otra es mantenerse ahí durante muchos años. Podríamos decir que España ha conseguido las dos cosas con el paso de las décadas y que la protección del entorno que han demostrado los productores de vino en España es una de las cosas que lo explica. Sin ese respeto por el medioambiente, nada de lo que se ha conseguido podría haberse convertido en realidad.

No somos conscientes muchas veces de la relevancia que tiene el cuidado de nuestro entorno ya no solo para tener un cierto bienestar, sino también para generar productos y alimentos de calidad. Si nuestras ciudades y campos empiezan a estar cubiertas por una boina de contaminación, si no cuidamos de nuestros bosques, si no apostamos por las energías renovables y si no reciclamos, estaremos contribuyendo a construir un entorno nocivo y que va a hacer que nuestro vino, nuestra fruta y todo lo que se genere en nuestros campos tenga un mínimo de calidad, incidiendo eso en la alimentación humana.

Está claro que la sociedad está dando pasos para ser más sostenible, pero debemos seguir dando pasos cada vez más avanzados para conseguirlo porque, en lo que tiene que ver con el respeto por el medioambiente, vamos a contrarreloj. Debemos reconocer que se puede seguir haciendo más y que, de momento, estamos perdiendo un partido que debemos remontar para conseguir un bienestar como el que nos merecemos. Ojalá que le demos la vuelta a la tortilla y que consigamos entornos limpios que nos permitan seguir generando productos de enorme calidad.

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