La inteligencia felina, muchos humanos la quisieran…

«He estudiado muchos filósofos y muchos gatos. La sabiduría de los gatos es
infinitamente superior.» – Hippolyte Taine

Los gatos son de las criaturas más inteligentes, además de adorables, de todo el planeta. Y sí, he dicho inteligentes porque lo son, a diferencia de lo que muchos y muchas puedan pensar. Ser inteligente, desde nuestro punto de vista sesgado y antropocéntrico, no tiene nada que ver desde la posición de un animal no humano. En este caso el grado de inteligencia lo va a determinar su predisposición de adaptación al medio.

Es más, si exceptuamos la inteligencia matemática, la lingüística y la musical, el gato posee el resto de inteligencias que se dan entre los seres humanos, a saber, inteligencia visual-espacial, corporal cinética, naturalista, interpersonal e intrapersonal. ¿A cuánta personas conoces que reúnan estas cinco inteligencias. A pocas, ¿verdad? Pues entonces casi que me atrevería a decir que los gatos y gatas son más inteligentes que muchas personas.

Por otro lado, los gatos no poseen los otros tres tipos, sencillamente porqué no la necesitan. Su capacidad de supervivencia y adaptación a las circunstancias cambiantes no se ve afectada por ello.

Veamos por qué los gatos son unos seres casi perfectos:

Los gatos son unos exploradores excepcionales con una gran capacidad visual, incluso en la oscuridad, tremendamente intuitivos, saben anticiparse a los demás, predecir sus acciones, de ahí su efectividad a la hora de cazar. También saben escoger el lugar para vivir, y esto siempre lo harán en función al nivel de seguridad que aporte el mismo, así como de la mayor o menor facilidad para encontrar comida y agua. Saben cómo enterrar sus excrementos y limpiarse después de comer, para no ser víctimas de los posibles predadores. Con todo esto, ¿sigues sin creer que los gatos son más listos y limpios que muchas personas?

Mi Pirrakas, gatita blanca, con una ojo azul y uno verde, me conoce más que nadie, y sabe que todos los días desayuno un buen baso de zumo de naranja antes de meterme en la ducha. Así que cada mañana al despertarme, me espera junto al frutero, con una patita sobre la dulce fruta, por si se me olvida. Es todo un espectáculo y me parto de risa. ¿Puede haber mejor forma de despertar? Y es que entre el delicioso sabor y lo saludables que son las naranjas y mandarinas de Naranjas al día… Me las envían mensualmente a mi domicilio, directamente del campo a la mesa, ¿se puede pedir más? Esta empresa lleva más de tres generaciones cultivando los campos de Corbera (Valencia) para ofrecer naranjas y mandarinas 100% naturales, sin tratamientos químicos para su maduración, ni colorantes ni conservantes, ya que las recolectan en el momento óptimo para su consumo.

El ronroneo y su maravilloso poder de sanación

«Es costumbre muy inoportuna de los gatitos (como observó una vez Alicia)
que, sea lo que les digas, siempre ronronean.» – Lewis Carroll

El ronroneo del gato, su vibración sonora está intrínsecamente unido a su capacidad de supervivencia, cuya función es sanar, fortalecer y proporcionar bienestar, afectando además a los seres humanos que tienen la suerte de vivir con el bello animal. De hecho se está empezando a utilizar en medicina alternativa ortopédica, debido a su elevada capacidad regeneradora y curativa. Muy fuerte, ¿verdad?

¿Cuáles son los beneficios del ronroneo gatuno para la salud de los humanos?

Reduce el dolor, mejora la circulación sanguínea y la oxigenación y ayudad en casos de dificultades respiratorias, minimiza la producción de bacterias, reduce la inflamación y facilita la cicatrización de músculos y huesos, favorece el crecimiento de los huesos y aumenta la densidad ósea, provoca la segregación de serotonina y endorfinas fundamentales para el buen funcionamiento del sistema nervioso, ayudando a dormir, a relajarse y ofreciendo una cálida y agradable sensación de bienestar.

¿A qué esto no lo sabías?

Si tienes la suerte de convivir con un lindo o linda gatita, puede que te deje beneficiarte de su poderosa magia, eso sí, nunca podrás obligarlo.

«Es una labor muy difícil ganar el afecto de un gato; será tu amigo si siente que eres digno de su amistad, pero no tu esclavo.» – Teófilo Gautier

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