Después de muchos años trabajando en una gran multinacional un viaje a Londres empezó a hacer que una serie de ideas, aparentemente inofensivas empezaran a desencadenar el que sería un gran cambio en mi vida.
Fue al visitar el barrio londinense de Cardiff en el que estaban organizando un evento en el que diferentes personas intercambiaban muebles, libros, aparatos electrónicos y de más posesiones que ya no utilizaban.
Emma, la colabora inglesa de mi empresa me estaba haciendo de guía por la ciudad estos días y pensó que podía ser divertido pasarnos por este inusual mercadillo.
Esa iniciativa tenía un objetivo doble, por un lado, evitar que muchos objetos acabasen en la basura, pero también invitar a la reflexión sobre la cantidad de objetos que compramos y acumulamos sometiendo al medioambiente a un estrés innecesario.
La verdad es que hace tiempo que no me lo pasaba tan bién, y aquella sencilla iniciativa me dio mucho que pensar sobre mi estilo de vida y mi actitud como consumidora.
No me había dado ni cuenta de cómo los años se me habían echado encima y había olvidado todo aquello que me importaba cuando era más joven.
Si bien, tenía un buen sueldo, no sentía que mi trabajo aportara nada que tuviera realmente valor. No me parecía que estuviera contribuyendo de ningún modo a hacer del mundo un lugar mejor.
Fue una etapa complicada. Las etapas de crisis siempre lo son. No obstante, a pesar de lo mal que lo pasé durante esa temporada, ahora soy consciente de que no había otra forma de empezar la transformación, empezando por entender de un modo completamente mi forma de consumir y, en definitiva, todo mi estilo de vida.
Apuesta por tus valores internos.
Poco a poco, empecé a entender que de poco servía todo el confort y dinero del mundo cuando me sentía tan infeliz. Y es que, desatender aquello que te produce bienestar nunca es el camino para estar bien.
Empecé a hacer rutas en bici para despejarme. Empezó poco a poco, pero no tardé en crear un pequeño grupo de gente con la misma afición. Era lo bueno de mi trabajo, mis habilidades para liderar y motivar a otros. Así que las utilicé para encontrar más gente interesada en mi misma afición y hacer rutas juntos.
Poco a poco, lo que empezó siendo una forma de desconectar y darme un respiro en ese momento de crisis empezó a convertirse en mi auténtico y único proyecto de vida.
Me costó mucho dar el paso, tirarme definitivamente a la piscina y dejar mi anterior trabajo. Un paso no desprovisto de muchas náuseas y una desagradable sensación de vértigo, pero, sin duda, un paso necesario.
Me sentí tan ligera, tan conectada con mi propósito y mi forma de entender el tipo de vida que quería llevar que todo fue ordenándose de forma muy natural y casi sin esfuerzo.
Tenía bastante ahorrado, así que pude empezar a diseñar mi idea de negocio para crear una tienda de Reciclaje de Bicicletas y promover su uso como forma de transporte alternativo en las grandes ciudades.
Sobre todo, pensaba en popularizar el uso de las Bicis eléctricas. Solo veía ventajas en hacer que esta forma de transporte empezara a adquirir más adeptos.
Para empezar porque es una buena solución de desplazamiento, muy práctica y al ser bicis eléctricas, el hecho de tener que subir cuestas dejaría de ser una excusa para coger la bici.
Además, de ser también una forma muy efectiva de reducir la huella ecológica al optar por utilizarla como medio de transporte, reduciendo así las emisiones de CO2, partículas y óxidos de nitrógeno.
Utilicé todos mis conocimientos en Marketing para conseguir que el proyecto adquiriera más visibilidad y popularidad.
De hecho, consciente de lo importante que es invertir en tu imagen e identidad digital no escatimé en gastos y contraté los mejores servicios que pude encontrar, por mi anterior trabajo conocía los servicios de E-Ingenia, y como quería a los mejores no dudé en ponerme en contacto con ellos.
Se trata de una empresa de informática de Córdoba que, dedicada al desarrollo tecnológico, y que ofrece servicios avanzados en la gestión y modernización de procesos en las empresas.
Lo mejor es que aportan soluciones a medida para cada empresa y proveen de servicios especializados de consultoría y mantenimiento informático, así como soluciones de Desarrollo Web, Marketing Online y Posicionamiento Web.
Con mis conocimientos y la ayuda de estos profesionales mi portal para alquiler de Bicis eléctricas fue creciendo en popularidad.
A día de hoy, y pese a todo el esfuerzo que supuso, me alegra haber dado el paso y trabajar en un proyecto que contribuye a cuidar del Medioambiente.