Desde hace unos meses era propietario de un Toyota Prius de un vecino que le destinaban por motivos de trabajo a Estados Unidos. El vendía su casa y también quería deshacerse de su coche, un Toyota Land Cruiser que se escapaba de mis posibilidades económicas. El otro era un Toyota Prius de los primeros que sí que llegué a un acuerdo con él para comprárselo.
Lo cierto es que, en los últimos años, el Prius lo cogía más bien poco, por lo que estaba un poco dejado de la mano de Dios. Tenía algunos golpes y en el interior se notaba que hacía mucho que no limpiaba, por no hablar del lamentable estado de los asientos.
A pesar de todo, era posible que gastándome no mucho dinero podía dejarlo niquelado. Siempre he tenido gran conciencia ecológica y este ha sido uno de los primeros modelos eléctricos/híbridos en tener éxito comercial. Todo ello me llevó a tener que invertir una cierta cantidad de dinero para adecentarlo.
Sabía que en desguacesaeropuerto tenían una buena cantidad de Prius, ya que aquí siempre se han vendido los Toyota de este modelo bastante bien. Llamé preguntando por unos asientos y me comentaron que tenían en la campa del orden de 5 modelos como el mío y de ellos 2 en estado de revista. Este desguace es de los mejores de la zona y cuando llegué pude ver lo bien ordenado que lo tienen todo.
El ”donante” era un Prius azul como el mío, que según me dijo uno de los chicos, lo trajo una señora viuda que no conducía y que tampoco tenía a quien vender el coche. Una pena que un coche así terminase de donante, pero bueno, al menos mi Prius iba a seguir con vida y con algunas partes de éste.
Así que me hice con unos asientos nuevos, que no tenían ni el típico desgaste lateral del lado del conductor, unos apoyabrazos nuevos y el retrovisor derecho, que el mío tenía algún que otro roce.
Una solución barata
Total, que por poco dinero, podía dejar bien a mi coche por fuera y por dentro. En cuanto a la mecánica le hice una revisión completa y tampoco resultó salirme tan cara, ya que no tenía graves problemas ni nada.
Ahora tengo mi Toyota Prius, un veterano en el ecologismo en el automóvil y que sea que dentro de unos años será tildado como clásico por las puertas que abrió en cuanto a la tendencia de construir vehículos más respetuosos con el medio ambiente.
Nuestro mundo ya se está quejando de todo el daño que le hacemos con la contaminación y demás efectos colaterales que de desprenden de sus efectos. Una persona no puede hacer mucho sola, pero desde luego que por mí no iba a quedar.
Los desguaces ayudan mucho a que otros vehículos se mantengan con “vida” y para mi Prius, por el momento, le da la seguridad que podrá seguir con vida unos cuantos años por la gran cantidad de repuestos existentes, aunque no descarto en el futuro llegar a comprarme un “donante” por si las moscas.